jueves, 5 de febrero de 2009


Oh, que bonita se veía la Plaça la Paya. Lugar de encuentro entre amigos. De nuestros mayores en el árbol, nuestras madres con las bolsas del economato. Las marujillas residentes de Albina y los coyotes de la Ibense. El paseo después de misa, del paseo por la sierra o de compra de la prensa de los domingos, y la barreta de pà de ca Fidel.

Familias en albina haciéndose su canyeta antes de ir a comer, los niños en las Boleras de Antonio. Las bolsas de fresa.

Esta vista de la Plaza parece ser, que ha quedado en el olvido.

La reforma de este peculiar lugar y lleno de vida, lo ha convertido en una plaza, que más bien parece en honor a la revolución cubana. Frecuentada ahora más por ciudadanos del mar negro que Ibenses. Un hotel Plata que parece la fortaleza de Playmobil y comercios muy afectados además de la famosa crisis, por el desértico plano que ha dejado esta reforma.

Pero hablando de crisis, no creo que esto afecte al gobierno local de Ibi. Porque no se cuanto cobrarán los obreros cada vez que levantan las maderas de la fuente. Ya va más de una vez en menos de un año.

En fin… Si no lo creen juzguen ustedes mismos, y no duden en visitar la nueva Plaça la Paya para comprobarlo.

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